Dr. Rafael Vásquez
El subcomité de psiquiatría de los niños y la familia tiene una orientación fundamental hacia lo social, y conscientes de esto la ACP está apoyando actividades de acercamiento a la comunidad como los simposios regionales y la consulta en compañía de colegas locales no sub especialistas, que llevan la especialidad a zonas donde no existen psiquiatras infantiles, porque ése es el sentido fundamental de nuestro trabajo: sentirnos útiles en un país en conflicto y con graves necesidades.
En Colombia son muchos los casos donde los niños y los jóvenes a veces no tienen quien los acompañe: los colegios los reciben con dificultades comportamentales y académicas que pueden llevarlos a la deserción. Los papás no saben algunas veces como ayudar a su hijo que no aprende, o no se puede concentrar, o no encuentra una razón para seguir viviendo. Los niños y la población joven, se han convertido en los principales actores del conflicto armado; engrosando las filas de los grupos al margen de la ley que los llevan a ejercer como verdugos y víctimas simultáneamente. Es aquí donde el subcomité quiere hacer presencia. Consolando al que llora, ayudando al que no aprende, levantando al que se cae.
Por eso, hoy más que nunca el presente del subcomité se ubica en la realidad que nos rodea y los retos que plantea un país mayoritariamente joven donde aún se cuenta con pocos profesionales con la formación especializada.
En el caso de los especialistas de niños, la expectativa es mejorar el ingreso, dignificar el ejercicio, intervenir en los grandes temas de salud mental, que se convierten en políticas públicas, insistir en que se reconozca el trabajo nuestro como un elemento altamente especializado que favorezca una mejor crianza y óptimo desarrollo.
Por otra parte, el pago por las actividades de los psiquiatras de niños, debe corresponder a la complejidad de la tarea. Dignificar el ejercicio para que el tiempo de atención sea el necesario para una correcta evaluación al paciente y su familia.
El subcomité tiene un papel crucial para determinar los temas y convocar a las reuniones necesarias.
Hemos intentado acercarnos a las autoridades locales y nacionales pero debemos hacer mucho más para compartir nuestra responsabilidad ciudadana con los líderes locales y articular nuestro trabajo en dos direcciones, una de participación comunitaria y otra de escribir la experiencia y la difusión del conocimiento.